Aprender a vender es aprender a conocerse uno mismo
Es innegable, una de las actividades que forman parte de nuestro trabajo y de nuestra vida tiene que ver con vender. Este término, cabe señalar, no sólo está vinculado con el ofrecimiento de un producto o servicio, también es una competencia que incluimos en nuestras interacciones sociales. Es decir, es algo que forma parte de la rutina y del día a día.
Aunque se diga fácil, la venta en realidad compromete una serie de elementos que van de la mano con la actitud que le pongamos al momento de hacerlo. Implica también el ofrecer una experiencia diferente al comprador.
Cuando tomamos consciencia de ello, es cuando realmente comienza el proceso de mejora como vendedores. Es allí cuando entran las enseñanzas de José Ignacio Méndez Gómez, asturiano con estudios en Administración y Dirección de Empresas, Máster en Dirección Comercial y Marketing, conferencista y autor del método “Desarrollo de Aptitudes Personales” el cual busca potenciar la evolución personal.
Méndez Gómez nos explica a través de su libro, “Aprender a vender es aprender a conocerse un mismo”, la importancia de sumergirnos en el viaje personal para conocernos a nosotros mismos con el fin de convertirnos en los vendedores que realmente queremos ser.
La combinación perfecta
La venta es un proceso que nos permite entender la personalidad tanto del vendedor como del comprador, ya que es allí cuando afloran las particularidades que se mantienen ocultas antes de manifestarse esta interacción. En pocas palabras, lo que realmente ayuda a la venta no es sólo el producto en sí, sino que también tiene que ver la forma en cómo lo ofrecemos.
Para lograrlo, es importante crear una especie de sintonía con el cliente. Crear el ambiente perfecto para que este se sienta cómodo con nuestra comunicación y entienda que, al comprar el bien o servicio, su vida mejorará notablemente.
Entonces, ¿cuál es el primer paso? Para Méndez Gómez el camino comienza cuando cobramos conciencia de la importancia de ciertos elementos vitales de la venta: La paciencia, la escucha, la comprensión y la humildad. Cada una de ellas, serán las aliadas para establecer la conexión que queremos con el otro.
Por otro lado, esto también se conjuga con el reconocimiento de la llamada, 10 fases del autoconocimiento, una técnica establecida por el autor que permitirá definir nuestras debilidades, fortalezas, el reconocimiento de nuestras virtudes, aspiraciones y la motivación para la corrección de nuestros errores.
Asimismo, se pueden añadir más componentes a la fórmula, como el encanto y la personalidad. Así vemos cómo poco a poco logramos conformar la combinación ideal durante el proceso de venta.
Cabe destacar que el autor también nos recuerda que si bien esto funciona para este ámbito, también lo será en el aspecto personal. El enriquecimiento de ambas dimensiones, también trabajarán en función para convertirnos en personas integrales.
Aprender a venderse es aprender a conocerse, es una herramienta que nos abrirá las puertas del éxito en el mundo laboral al mismo tiempo que tendremos la oportunidad de contar con aquella “fórmula mágica” que nos llevará a cumplir con nuestras metas.