¿No sería agradable pensar que nosotros somos los responsables de crear el mundo que nos rodea? Imagínate una empresa en la que todo el mundo tuviera esta convicción. Las personas no se levantarían por la mañana para adaptarse a la realidad y simplemente sobrevivir. Lo harían con la idea de participar junto a otros en la génesis de una experiencia colectiva satisfactoria e ilusionante.