El pensamiento creativo
Los romanos realizaron numerosos acueductos para llevar agua a las ciudades del imperio y así surtir de vital líquido a la mayor cantidad de personas que fuera posible. Estas obras arquitectónicas, hoy en día, sirven para demostrar el ingenio de una de las civilizaciones más importantes de la humanidad, nos dan un mensaje claro: la creatividad nos proporcionan grandes soluciones.
Cuando pensamos en el mundo antiguo, imaginamos las pirámides de Guiza o el increíble Machu Picchu. Aunque los ejemplos son infinitos, dejan en claro que esas obras hayan perdurado en el tiempo, se debió gracias a que se fomentó el pensamiento creativo. En pocas palabras, la creatividad fue -y es- el motor que impulsa la evolución del hombre.
La necesidad de encontrar soluciones ante problemas cotidianos es el escenario perfecto para desarrollar una habilidad natural que tenemos todos como lo es la creatividad. Al menos, así nos lo cuenta Juan Antonio Peña Fernández, autor del libro, El pensamiento creativo, quien es además Licenciado en Economía con especialización en Economía Cuantitativa, Estadística y Econometría. Por si fuera poco, también es autor y un explorador de la creatividad y la escritura.
Peña Fernández nos insiste que cada uno tiene la capacidad de encontrar el potencial para aprovechar al máximo nuestra creatividad. Sin duda, es un punto de vista que vale la pena estudiar más.
Cuestión de crear
Todos somos creativos y eso se evidencia en nuestras actividades. Cada día, tenemos que enfrentarnos a una serie de obstáculos por lo que buscamos las mejores formas de encontrar la solución y salir airosos.
Lo cierto, sin embargo, es que la palabra creatividad implica muchas más cosas de lo que pensamos, ya que engloba habilidades artísticas y técnicas, en mayor o menor proporción, según se necesite.
Para Peña Fernández, la creatividad es esa capacidad de crear algo de la nada, pero de igual manera también tiene que ver con la actitud, el esfuerzo y la voluntad. En él, se conjugan más conceptos que permiten decir que no se trata de una ciencia exacta ya que se moldea y cambia en cada uno de nosotros.
En vista de ello, también se presenta una situación que llama la atención: a pesar que queda claro su importancia en el ambiente laboral, todavía persiste el prejuicio sobre el tema. Estamos en el S.XXI y seguimos despreciando un componente vital para la supervivencia y el desarrollo profesional y personal del ser humano.
La labor es demostrar que la creatividad no se trata de un hecho aislado y de unos pocos, porque, gracias a ella, somos capaces de admirar las obras del pasado (como los acueductos en Roma), para prepararnos para el futuro.
En El pensamiento creativo, también se explican y se desmitifican algunos enunciados que nos servirán también para entender mucho más sobre el tema:
– La creatividad es útil en ciertos campos.
– Es un asunto de artistas.
– Sólo se desarrolla en la infancia.
– Implica locura pero no juicio ni razón.
– Se produce mejor en grupo que individualmente.
Al final, queda en evidencia que, a pesar de lo que se cree, la creatividad es una habilidad es una habilidad natural que puede perfeccionarse y trabajarse en función de nuestros objetivos.