Cómo alcanza objetivos a través de otros
Seamos sinceros, si nos preguntan qué pensamos de nuestro jefe, seguramente lo primero que se nos venga a la mente sea un pensamiento muy poco positivo. De hecho, no es de extrañarse encontrarse con estadísticas que afirman que las personas prefieren mejores jefes que buenos salarios.
Aunque este sea un hecho sorprendente, existe otra cara de la moneda: ser jefe tampoco es muy sencillo, sobre todo porque tienen que lidiar con varios aspectos al mismo tiempo. Es decir, no sólo tienen que demostrar un buen desempeño en sus puestos de trabajo, sino que además deben hacerse responsables de la eficacia de sus subalternos. A este panorama, agreguemos las presiones que pueden sentir por parte de la gerencia que busca generar más ganancias al menor costo. Nada fácil, ¿cierto?
Este ejercicio de empatía nos sirve para comprender un poco más en las obligaciones y responsabilidades que acarrean en el ambiente laboral. Y es allí cuando surge una alternativa que servirá para mejorar el desempeño tanto de jefes como de subalternos: delegar el trabajo.
Hay que tener algo en mente, delegar no se trata simplemente de distribuir las tareas, más bien es un proceso más complejo que requiere considerar muchos otros aspectos. Al menos así nos lo cuenta Harold Taylor, conferencista canadiense con más 35 años de experiencia en manejo y gerencia eficaz del tiempo, quien además es autor de 18 libros, incluyendo el best seller Making Time Work For You. En su obra, Cómo alcanzar objetivos a través de otros, Taylor nos explica herramientas que nos ayudarán a delegar trabajo de manera exitosa.
¿Qué se necesita?
Ya sabemos que delegar no es un simple acto en donde el jefe, de manera informal, reparte el trabajo a sus empleados. Nada más alejado de la realidad. Para hacerlo como corresponde se necesitan de tres factores determinantes: esfuerzo, tiempo y confianza.
El gerente y/o jefe debe estar consciente de las capacidades y habilidades de sus subalternos, asimismo como sus debilidades. De lo contrario, se incurrirá en una mala gestión en donde una sola persona tendrá que cargar con las obligaciones de muchos. Es una pérdida impresionante de recursos.
La delegación tiene otras bondades. Permite que se desarrollen al máximo las capacidades de los empleados al mismo tiempo en que el gerente se siente en la libertad de ejercer el cargo por el cual fue contratado. Por si fuera poco, alivia la presión, permite ver mejores y más rápidos resultados y el equipo aprende a trabajar las tareas en función al logro de objetivos.
Otra de las claves de Taylor es que cada quien tiene que sincerarse para poder dar ese paso tan importante que representa delegar. ¿Eres de quienes sufren del síndrome “lo hago yo mismo”? Bien, entonces es hora de frenar esta conducta, sea la justificación que tenga, porque de seguro será difícil seguir adelante.
El alcanzar las metas a través de la delegación del trabajo es un punto que cada gerente debe considerar para obtener el máximo de sus capacidades como las de los demás.
«Cómo alcanzar objetivos a través de otros«, de Harold L. Taylor