La charla analiza la posibilidad de que la inteligencia artificial (IA) desarrolle inteligencia emocional (IE), habilidad clave para el éxito profesional y personal. Francisco expone los avances y aplicaciones de la IA emocional en campos como atención al cliente, salud mental y educación, y también señala las limitaciones que enfrentan las máquinas para comprender y expresar emociones auténticas. En conclusión, la colaboración entre humanos e IA es beneficiosa si se respeta la privacidad y el bienestar emocional. La IA no puede reemplazar la IE humana, sino complementarla y potenciarla.