Es común echar la culpa de sucesos negativos a la mala suerte o a elementos de nuestro entorno, sin embargo, eso no siempre es así. Somos seres humanos, y al echar la culpa de los sucesos acaecidos a otras personas o elementos en general, estamos llevando a cabo la principal función de nuestra especie: sobrevivir. Pero hoy en día hay más factores para valorar. La inteligencia emocional forma parte activa de nuestras vidas y siguiendo sus pautas, nuestro proceso de socialización será más efectivo. Uno de esos procesos, es aprender a aceptar nuestras culpas.