El tiempo y su paso inexorable, nos obliga a aprender a priorizar nuestras acciones; cuando lo consigamos, seremos personas más felices y eficientes, con todo lo positivo que ello trae consigo. Para ello, lo mejor es ser capaces de priorizar de la forma adecuada, aquellas tareas que tenemos pendientes para hacer. Existen técnicas simples, que nos ayudarán en la toma de decisiones correcta. De esa forma, bien organizados, podremos disfrutar de tiempo extra para realizar actividades que hasta ahora, parecían imposibles de ejecutar por no tener tiempo real para ello.