Tomar decisiones adecuadas, está supeditado a la cantidad de información que tengamos para ello; y esa información, está supeditada a la capacidad que tengamos de obtenerla. Si nos mantenemos dentro de nuestra zona de confort y no permitimos que entren en nuestra vida nuevos estímulos, no podremos crecer como personas y, por lo tanto, no desarrollaremos la capacidad de aprender, analizar, asumir y evolucionar. Todo ello, nos ata a nuestra vida de rutinas y nos impide ser felices.