Todos llevamos un ser destructivo en nuestro interior y tú no eres una excepción. El ser destructivo no niega la negatividad, sino que la disfruta, es decir, goza del placer negativo. tampoco finge ser bueno, porque no lo es. Impone sus intereses y no se anda con rodeos. Si deseas crecer interiormente es importante que admitas su presencia y que aprendas a trascenderlo con la fuerza del amor.