Cuando nos ocurren sucesos inesperados, es el momento de reaccionar y buscar la forma de seguir adelante, dejando que nazcan nuestras mejores herramientas. Todos las tenemos, y se activan cuando realmente es necesario. Sin embargo, debemos aprender a descubrir los límites de nuestras necesidades y deseos, de tal forma que no nos convirtamos en esclavos de esos mismos deseos. Es maravilloso sacar fuerzas de la nada para conseguir un objetivo, pero ese objetivo debe ser real, auténtico y nada desmedido.