La sensibilidad es la facultad de percibir los estímulos externos e internos, a través de los sentidos. Su importancia es máxima pues cuando está ajustada experimentamos armonía y nuestras sensaciones físicas son agradables. En caso contrario experimentamos invasión y dolor, excitación y efervescencia o rigidez e indiferencia. El ajuste de la sensibilidad es nuestro principal objetivo en la vida.