Cuando interrumpes el flujo creativo en alguna de sus fases (expansiva, contractiva o vacío de creación) caes en el aburrimiento o en la adicción. Cuando repites los mismos esquemas mentales, emocionales y de acción, te conviertes en un ser aburrido y cuando, para poder registrar el mismo nivel de experiencia, necesitas ampliar la dosis de estímulo, te vuelve adicto. Se trata de salir de esta dinámica.