Es innegable, nos encontramos en la era de la comunicación y la información. Cada fracción de segundo, surgen nuevas investigaciones, estudios y artículos que nos hablan sobre un tema que está en la palestra.Esto también nos demuestra un poderoso hecho: Estamos ávidos de conocimiento, queremos prepararnos para convertirnos en profesionales con la formación necesaria para ser más competitivos en el ámbito laboral y así obtener el éxito que deseamos.

 

 

 

En vista de este panorama, implica un reto prepararnos para capacitar a un grupo de personas ya que requiere también una serie de pasos para ofrecer un buen material para quienes nos oyen. No se trata de pararse y repetir un discurso, es una responsabilidad que debemos asumir con dedicación y profesionalismo.

Para lograrlo de manera exitosa, Harold Taylor, profesor, conferencista y autor de programas de capacitación y libros sobre la gestión del tiempo, incluyendo el best seller, Making Time Work For You, nos recomienda en su libro, Cómo aumentar la eficacia de la capacitación, que lo principal que hay que tomar en cuenta es dedicar, al menos, un 20% de nuestro tiempo para prepararnos correctamente. Menos de eso, implicará que estaremos enseñando de manera inadecuada. Asimismo, también incluye una serie de recomendaciones que valen la pena estudiar.

 

El proceso del aprendizaje

Según Taylor, cada capacitación, al menos, debe perseguir tres objetivos principales:

1)      Que los alumnos disfruten la experiencia de la clase.

2)      Que estos adquieran los conocimientos.

3)      Que sean capaces de aplicar lo que aprendieron.

 

 

Lo cierto, es que es un poco difícil el último ítem. Sin embargo, algunos recurren algunas herramientas, -como encuestas de preguntas abiertas-, para tener obtener la retroalimentación que les dé luces al respecto.

No obstante, es importante detenerse en este detalle. El aprendizaje es un proceso que, en términos generales, varía en cada persona, por lo que tenemos que emplear herramientas y técnicas que nos garanticen el cumplimiento de nuestros objetivos planteados anteriormente.

¿Qué es lo que tenemos que tomar en cuenta? Para una metodología exitosa, debemos considerar la inclusión de varios procesos como: Presentaciones, demostraciones, anécdotas, incluso la decoración. Un ambiente ligero y divertido, ayudará a los oyentes a captar y retener la información con mayor facilidad.

Igualmente, Taylor hace énfasis en que, como capacitadores, no podemos categorizar a la gente ya que cada persona tiene un proceso muy personal de aprendizaje. De esta manera, estaremos ofreciendo un contenido que abarque a todo tipo de público, al mismo tiempo que considera las fortalezas y debilidades de los presentes.

Otra clave que no podemos dejar de lado es que la preparación debe ser nuestra piedra angular. Mientras cubramos todos los escenarios posibles, menos inconvenientes nos encontraremos para ofrecer nuestra capacitación. ¿Cómo se logra? A través de la organización. Llevar una lista de los materiales que tenemos que llevar con nosotros y de los que necesitamos, evitará los malos ratos.

La capacitación es un hermoso proceso en el que interviene el intercambio de conocimiento tanto del orador como del oyente. Y allí cuando tenemos la oportunidad de brindar una experiencia enriquecedora.

 

 

 

«Cómo aumentar la eficacia de la capacitación«, de Harold L. Taylor

Cómo aumentar la eficacia de la capacitación